La inteligencia artificial generativa presenta un panorama mixto de riesgos y beneficios para la economía global, según el último informe de Moody’s.
Esta tecnología tiene el potencial de aumentar la productividad, abordar brechas de habilidades y estimular el crecimiento económico a largo plazo. Sin embargo, su rápida adopción también plantea desafíos sociales y políticos significativos.
Los beneficios de la GenAI son notables, la llegada de esta tecnología, combinada con otras formas de inteligencia artificial, puede transformar la forma en que las personas y las empresas operan, mejorando la eficiencia y fomentando la innovación.
Inicialmente, se espera que los sectores de servicios e industrias creativas sean los más beneficiados, pero, eventualmente, la influencia de la GenAI se extenderá a la mayoría de las empresas y al sector público.
El aumento de la eficiencia y la innovación resultante de la GenAI conducirá a la creación de nuevos productos y servicios, lo que, a su vez, podría impulsar el crecimiento económico en todo el mundo una vez que esta tecnología se integre de manera profunda y amplia en las economías nacionales.
Sin embargo, los beneficios macroeconómicos significativos pueden no ser inmediatos y solo se materializan cuando la tecnología se adopte ampliamente en la mayoría de los países.
Esto plantea desafíos adicionales para las economías que ya enfrentan envejecimiento de la población o escasez de habilidades, donde el desarrollo tecnológico no va al mismo ritmo.
Una de las preocupaciones clave es la posibilidad de pérdida de empleos en economías avanzadas y emergentes debido a la capacidad de la GenAI para reemplazar trabajadores en industrias que requieren niveles moderados y altos de educación, sin necesidad de interacción física humana. Esto podría ocasionar un aumento del desempleo en una fuerza laboral altamente capacitada.
La rápida adopción de la GenAI también podría generar tensiones sociales y políticas, ya que los gobiernos deben equilibrar los beneficios económicos con las preocupaciones sobre la pérdida de empleo. Las economías con sectores de servicios desarrollados y poblaciones envejecidas podrían enfrentar presiones sociales significativas.
Para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos de la IA, la regulación adecuada jugará un papel crucial.
Allí los reguladores deben garantizar la seguridad y la confianza en la tecnología, establecer normativas competitivas a nivel global y ofrecer reglas claras que minimicen la incertidumbre legal. También deberán garantizar la transparencia, la equidad y la no discriminación en el uso de ellas
Es por eso que aunque este avance promete ser una fuerza transformadora en la economía global, su adopción debe gestionarse cuidadosamente para garantizar un equilibrio entre los beneficios económicos y las preocupaciones sociales.